El universo del vintage

El universo del vintage no siempre trae buenos recuerdos. Cuántas veces uno ha salido con las manos negras de una tienda de segunda mano después de haber estado rebuscando entre el género alguna joya que llevarse a casa. Y cuántas las que, a la hora de probarse un vestido o una camisa, uno se pregunta quién los habrá llevado antes con gesto de suspicacia. Por no hablar de lo desastre que son muchas tiendas de segunda mano en Barcelona, en las que el género está desordenado, no siempre todo lo limpio que uno desearía y su precio hinchado.

Marisol Simó lleva prácticamente toda la vida vistiendo ropa vintage. Es una experta rastreadora de mercadillos, el 80% de sus vestidos son de Beyond Retro (la catedral del vintage, con sucursales en Inglaterra y Suecia) y tiene un instinto especial, desarrollado a lo largo de años de práctica, para detectar las pocas tiendas que quedan regentadas por señoras mayores en las que todavía se exponen pijamas para niños y ropa interior de franela en el escaparate. Pero no encontraba en Barcelona su tienda de ropa vintage ideal. Así que decidió aventurarse y montarla ella misma.

Bless that dress tiene nombre de boutique inglesa de los 60, pero no podría ser más española. Se abastece de stocks de tiendas y fábricas españolas, de Cartagena a Barcelona pasando por Valencia y Murcia, que en algún momento cerraron y dejaron grandes cantidades de polos, camisas, shorts y vestidos en el limbo, empaquetados y guardados a oscuras desde la década de los 40, los 60 y los 70. Esperando a que se hiciera la luz. Hasta que llegó esta pelirroja murciana afincada en Barcelona desde hace años (solista en sus ratos libres del grupo de pop Evripidis & His Tragedies) y decidió darles una segunda oportunidad. Bless that dress lleva desde enero rescatando del olvido del almacén muchas piezas únicas, diseños 100% españoles que poco le tienen que envidiar a la ropa importada de otros países. Aunque seguramente lo que hace especial a la selección es que se trata de productos de primera mano que nadie ha usado antes. 

«El concepto es recuperar piezas de una época en la que la ropa era algo importante y cuestiones como el diseño, el corte y la singularidad tenían una verdadera trascendencia. Poca gente se imagina la diferencia que hay entre un zapato hecho hace tres décadas y uno actual. En el tipo de cuero, el acabado, la calidad. La idea era poder vestir ropa de calidad de estilo retro a precios como los de Zara, sin timos de por medio. Y como poco, poder emular a nuestros padres cuando eran jóvenes y yeyés», explica Marisol. De momento, Bless the dress opera de forma online, a través de un blog y una página en Etsy, la web de comercio de productos artesanales.

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